Popinarius
Las comidas de los romanos se repartían a lo largo del día del siguiente modo:
Por la mañana tomaban el "ientaculum", un desayuno ligero consistente en pan y queso. Solían hacerlo en la casa, sin tener una habitación definida para el mismo y a veces en el propio "cubiculum".
La "caena" era la principal y última comida del día, que también la realizaban en casa, en una habitación "ad hoc", el "triclinium".
A medio día realizaban el "prandium", una comida poco elaborada y moderada en cantidad que tomaban antes de ir a las termas. Esta ingesta no se hacía en casa, sino en la "popina" o "Thermopolium", una especie de bar-restaurante de comida rápida en el que se podía comer carne, verduras, frutos secos, pan y fruta, regado con vino caliente y aguado.
Las "popinae" tenían un mostrados a la calle con grandes tinajas incrustadas en él, los "dolia", en las que se almacenaban alimentos secos. En otros casos se usaban para mantener alimentos calientes haciendo circular por debajo del mostrados aire caliente procedente de un horno. La vajilla se almacenaban en estantes de mampostería cerca del mostrador, igual que en los bares actuales que tienen a mano copas y tazas.
Se solía comer de pie, aunque algunos de estos establecimientos tenían en su interior una sala con mesas y taburetes donde, además de comer, se jugaba a los dados, juego prohibido pero muy extendido. A veces también se ofrecían servicios de prostitución, por lo que estos locales, a pesar de su abundancia, eran considerados de mala fama. A ellos acudían esclavos y la plebe.