Vitrearius
El vidrio era un material caro en la antigua Roma. Con él se fabricaban copas, jarras, unguentarios para contener perfumes que se depositaban en los sepulcros y vajillas selectas. El vidrio se utilizaba también para realizar objetos decorativos y cuentas para collares, siendo el incoloro era más preciado que el opaco o el coloreado. En algunos mosaicos encontramos teselas de pasta vítrea.
Los romanos introdujeron la técnica del soplado, lo cual les permitió fabricar objetos de vidrio a gran escala. Con esta técnica y el uso de moldes se fabricaban objetos con formas novedosas, como frascos con forma de cabeza o de racimo de uvas. Además las piezas se decoraban con relieves, superponiendo capas o hilos de vidrio, se tallaban , revestían de pan de oro o se esmaltaban con pinturas.
Aunque se conocía su aplicación para cerrar ventanas, su elevado coste impidió que se generalizara esta aplicación. En su lugar se ponía el llamado "lapis specularis", un mineral de yeso translúcido. En las ventanas ya se utilizaba, como en la actualidad, el 'doble acristalamiento' con una cámara de aire en medio como aislante acústico y de la temperatura. Uno de los escasos ejemplos de ventanas cubiertas con vidrio lo encontramos en el caldarium de las termas suburbanas de Pompeya.