Ianua

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Es el acceso principal a la domus, de escasas dimensiones, donde estaba el "ostiarius", un esclavo portero encargado de controlar las visitas, cuyos distintivos son la "virga" (bastón para disuadir a los molestos), el perro y las llaves.
En esta entrada se encuentra la "ianua" o puerta principal a la que se llamaba con unas campanillas, llamadores o golpeando la puerta con el pie. Su nombre se lo debe al dios "Jano", guardián divino de la puerta, dios de los comienzos, representado con dos caras porque toda situación tiene un principio y un final.
En el pavimento de las fauces suele representarse un perro con la leyenda "cave canem" (cuidado con el perro) o la palabra de salutación "ave". En las paredes se representaban imágenes fálicas (fascinum), con simbolismo mágico de traer abundancia, o frases contra el mal de ojo como "rumpere invidia" (revienta envidia).